“Los reyes aman y ven con agrado a quien habla con honradez” (Proverbios 16:13).

Retomemos la historia de ayer. Cuando Colbert fue a devolverle al banquero el dinero que le había cobrado de más, este le preguntó: “¿Y si yo le diera ese dinero en recompensa por su honradez?” “No deseo dinero ajeno, señor, prefiero ser honrado”, le contestó Colbert (Su palabra de honor y otros relatos, p. 27).

Cuando el jovencito regresó a la tienda, su patrón lo insultó, lo tildó de tonto y, como si todo esto fuera poco, también lo despidió. ¿Lo puedes creer? ¿Desemplear a alguien porque es honrado? ¡Eso es un contrasentido! Quizá te preguntes: ¿Entonces de qué sirve ser honrado si la honradez vale poco en nuestro mundo? Después de todo, Colbert perdió su trabajo a pesar de su entereza moral. Sí, Colbert perdió un trabajo, pero ganó cosas mayores.

Ese mismo día, cuando supo lo que había pasado, el banquero visitó la casa de Colbert y le ofreció un buen trabajo en el banco. “Desde el principio gozó de la mayor confianza; y como nunca dio motivos para que se dudase de él, se le dio oportunidad de familiarizarse con todo el sistema bancario y posteriormente se le confió la administración financiera de la nación” (ibíd., pp. 28, 29). La fidelidad y la honradez, sus inseparables compañeras, lo convirtieron en el jefe de las finanzas del gobierno francés. ¿Crees que su historia habría sido la misma si no hubiera demostrado rectitud en asuntos tan nimios como unas cuantas yardas de tela? Ser honrado le costó un empleo, sí; sin embargo, esa misma acción le abrió las puertas hacia un futuro lleno de éxito y grandeza.

La experiencia de Colbert es un elocuente testimonio de que “al hombre honrado lo protege su honradez” (Proverbios 14:32). El simple vendedor de telas llegó a ser un funcionario de primer nivel porque “los reyes aman y ven con agrado a quien habla con honradez y sinceridad” (Proverbios 16:13).
Sin duda alguna, nuestro mundo necesita jóvenes como Colbert, “que no se compren ni se vendan”, “que sean sinceros y honrados en lo más íntimo de sus almas” (La educación, cap. 7, p. 54). ¿Quieres ser uno de esos jóvenes?

#FidelidadyHonradez
#MatinalDeJóvenes

Tomado de: Lecturas devocionales para Jóvenes 2016
“Visita mi Muro, 366 Mensajes que Inspiran”
Por: J. Vladimir Polanco






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